La experiencia que OMV tiene en el campo penitenciario sitúa a la entidad ante una estructura institucional difícil de romper y en la que el aislamiento tanto físico como psicológico no solo no favorece la intervención educativa o terapéutica, sino que por contra contribuye y es generador de más desigualdades.
Es por ello que el fundamento de nuestro trabajo en prisión hay que mirarlo desde la ventana del exterior en el sentido de dotar a las personas personas sin red social, de la seguridad y estabilidad que necesitan a la hora de plantearse su excarcelación. Se realiza el Taller ‘El Vuelo’, un grupo de ayuda mutua que tiene lugar semanalmente y cuya finalidad se centra en facilitar el proceso de inserción de las personas que vayan a ser excarceladas a través del Programa PALMER, así como de dotar de herramientas para los procesos penitenciarios por los que están atravesando.
